



Altura: 80 cm.
Apto para interiores y exteriores.
Pintada con colores acrílicos.
Producto fabricado a mano en Italia.
Comprar Estatua de la Virgen Milagrosa de resina cm. 80 con ojos pintados para interiores y exteriores.
Pequeña figura, gran efecto. Puedes simplemente poner esta miniatura en tu bolsillo y sentirte elegido en donde quiera que estés. Porque la estatua en miniatura es una imagen de María tanto dadora de gracia, que es la madre de todos nosotros. Esta es una protección agradable para el pequeño bolso en el más pequeño de los espacios.
En su vida cotidiana, la pequeña Virgen puede recordarle una y otra vez el gran milagro de Lourdes, en el momento que la radiantemente bella Virgen María se le apareció a la pastora Bernadette. Porque se parece a la imagen que es visitada por millones de peregrinos cada año en la galería del Distrito Santo – principalmente a oblicuidad de sus túnicas de color claro y el arbotante del cinturón azur azulino. Igualmente, esta figura ha sido decorada con un doblez de color dinero. La cara coloreada igualmente está coloreada.
Hermoso para arrodillarse: los ojos añil edén se volvieron hacia Dios Padre, esta conmovedora Virgen de Lourdes es una maravillosa representación de la legendaria fantasma en el pueblo de los Pirineos. Porque los talladores de arte de Tirol del Sud han mostrado un gran apego por el detalle junto. Desde la túnica blanca inclusive el sucesión de la Virgen y las dos rosas doradas de sus pies, la figura de la Virgen está fielmente modelada en los cuentos tradicionales de Santa Bernardita.1Hace casi ciento años, el Librador de Gracia se apareció en luz radiante a los trío niños pastores de Fátima, Portugal. Esto hizo del lugar uno de los centros de aventura más populares de todo el mundo. Esta estatua ejemplar la aparición mariana flotando en una nube, descalza, pero con una magnífica blasón y una túnica decorada con aderezo dorados.
Esta Madonna sostiene su mano de forma protectora sobre su casa – y es hermosa de ver. Su hermoso imagen, la suelta colgadura de las túnicas y por último, pero no menos importante, el pequeño Jesús que se acurruca en ella con confianza, contribuyen a esto.